El toque de su mano..Expiacion, deseo y pecado

Y su mano rozaba mi cuerpo en momentos insólitos, donde el sol callaba., y la luna se escondía, mi vergüenza desaparecía de a poco, y el seguía poniendo sobre mi, el toque de su mano, extraña mezcla de expiación, deseo y pecado, mi mano bajo también por su abdomen deseando jamás encontrar las limitaciones de su cuerpo, yo quería un explorar un mundo nuevo, un edén dentro del cuerpo del hombre que amo.

Y sus manos se convirtieron en besos, y los besos en caricias, y las caricias en desnudo, extraño el calor de su cuerpo, extraño el deseo de pecar, extraño en conclusión el toque de su mano.
De repente las nubes callaron, y la imagen de nuestros cuerpos desnudos invadía mis más profundos recuerdos, mi inconsciente solo pensaba en unir nuevamente nuestros cuerpos, y así volver a experimentar aquella parte del amor, de las que muchos pueden prescindir.

Cuerpo a cuerpo el calor se había elevado y la fiebre invadía nuestra búsqueda implícita del pecado, la serpiente nos había llamado y nosotros acudíamos a ella sin siquiera pensarlo

Un placer digno de recordar, un pecado grande, en nuestra historia bíblica, donde en un paraíso lleno de maravillas no existían mas que dos Adanes pero ninguna Eva.